Muchos principiantes conocen la sensación de dolor articular tras haber empezado a hacer deporte. A menudo, el dolor muscular y articular sin entrenar tiende a desanimar a la gente a continuar y les lleva a una parada repentina. Aunque algunos dolores son explicables, otros pueden ser preocupantes.
Una sobrecarga de ejercicio y tensión en las articulaciones puede causar dolor, sin embargo, este dolor debería desaparecer de la noche a la mañana. Sólo cuando el dolor articular o muscular persiste durante más de 3 días puede considerarse una señal de alarma del organismo. Normalmente, el dolor persistente es consecuencia de la inflamación del tejido cartilaginoso, de los ligamentos estabilizadores que rodean la articulación o de la propia articulación.
Muchas enfermedades pueden afectar a las articulaciones de tu cuerpo y causar dolor. La artritis es especialmente frecuente. Es un desgaste de las articulaciones relacionado con la edad, que provoca inflamación y dolor intenso. Está causada por una producción y suministro insuficientes de colágeno al organismo. La artritis suele notarse tras sesiones de ejercicio, debido a que las articulaciones han rozado entre sí intensamente en poco tiempo. Si el dolor persiste y se convierte en una inflamación crónica, las articulaciones pueden deformarse. Esta deformación puede, en ocasiones, provocar una limitación permanente y restricciones en los movimientos. La inflamación de la articulación también puede extenderse a los huesos y causar graves consecuencias. Se recomienda aclarar con un médico si el dolor que se siente está relacionado con el ejercicio o si se trata de Artritis.
A menudo, una simple desalineación del pie puede causar dolor muscular y articular. Esto puede deberse a que el calzado sea demasiado holgado, a que los calcetines se deslicen hacia abajo o a que la suela del zapato sea inadecuada para la forma del pie. El cerebro intentará corregir automáticamente la desalineación corrigiendo la posición del pie, lo que suele dar lugar a una posición poco suave. La posición poco familiar sobrecargará los ligamentos y ejercerá tensión sobre otras articulaciones, lo que puede provocar dolor muscular e irritación de las articulaciones. Con el tiempo, el cartílago articular también puede desgastarse excesivamente. La falta de cartílago hará que los huesos rocen entre sí, lo que sólo puede protegerse con líquido sinovial durante poco tiempo. En el stepper, las articulaciones de los pies, las rodillas y las caderas se someten a una gran tensión. En sólo una hora, se realizan una media de 10.000 movimientos hacia delante y hacia atrás. Además, las máquinas de musculación también pueden ser fatales para las articulaciones. Una mala alineación del pie o de la espalda puede provocar fuertes dolores musculares y aumentar el dolor articular.
Si ya te duelen los músculos y las articulaciones, puedes recurrir a todo tipo de remedios caseros. Te recomendamos las pomadas para el dolor a base de hierbas o el aceite analgésico de acónito, que es un remedio homeopático maravilloso que no interfiere demasiado en los niveles hormonales del organismo. Si te sigue doliendo la articulación, evita aplicar demasiada presión para mantener el cartílago elástico, lo que permitirá su estimulación y su regeneración. Nunca confíes en el ibuprofeno o el paracetamol de forma permanente, ya que tienden a ocultar las verdaderas causas del dolor articular. Si experimentas dolor muscular crónico, es una señal de alarma que no debes ignorar.
Para evitar futuros dolores musculares y articulares, debes calentar y estirar mucho antes de hacer ejercicio. Se recomienda empezar con un entrenamiento ligero que no supere un tercio de la intensidad de tu entrenamiento completo. Esto debería evitar el dolor muscular y articular que se siente después de los ejercicios. Además, se estimula el metabolismo y la circulación sanguínea en tu sistema musculoesquelético y se fomenta la elasticidad de tus músculos. Es importante prestar atención a las técnicas y formas de los ejercicios al hacer deporte. Además, se recomienda conseguir calzado adaptado al tipo de ejercicios realizados y al tipo de pie del deportista. No olvides que el footing crea una fuerza sobre tus articulaciones que es aproximadamente de tres a cinco veces superior a tu peso corporal. Por tanto, es sumamente importante que te asegures de que dispones del equipo adecuado para el ejercicio.
Nuestras articulaciones, cartílagos y líquido sinovial están formados principalmente por colágeno. Estas partes del cuerpo están formadas por más de un 40% de colágeno, lo que significa que su carencia puede ser la causa principal del dolor articular. Una dieta rica en colágeno puede tanto prevenir el dolor articular como reparar el daño articular existente. Para ello, se recomienda consumir una cantidad de 10 gramos de colágeno al día. La forma más fácil de tomar esta proteína es en forma de polvo Collamin . El polvo de colágeno 100% puro producido en Suiza puede dosificarse perfectamente y es ideal como suplemento dietético.
Nuestras bacterias intestinales convierten las fibras en metabolitos. Estos metabolitos tienen efectos fortalecedores y antiinflamatorios sobre huesos y articulaciones. El muesli saludable se compone principalmente de copos de avena, frutos secos y semillas, todos ellos con niveles especialmente altos de fibras alimentarias. Además, se pueden añadir plátanos a este delicioso desayuno, ya que tienen un alto contenido en magnesio y calcio. Estos minerales ayudan a fortalecer los huesos, reduciendo así el riesgo de rotura. También se sabe que el magnesio alivia el dolor muscular con especial rapidez y ayuda a establecer mejores conexiones de sinapsis en las fibras musculares. Se recomienda una dosis diaria total de 30 gramos de fibra alimentaria al día. Es interesante recordar que, además de los efectos positivos sobre las articulaciones y los huesos, la fibra alimentaria también favorece un sistema digestivo sano.
Los estudios han descubierto que los pacientes con artritis tienen niveles de zinc especialmente bajos. El zinc es un mineral que tiene efectos antiinflamatorios y, por tanto, alivia el dolor. Además, el zinc atrapa los radicales libres en la sangre, lo que evita que aumente el dolor. El zinc también desempeña un papel esencial en la cicatrización de las heridas. Este mineral se puede encontrar en el marisco, las nueces de Brasil y las lentejas.
Los ácidos grasos omega-3 también son indispensables para la salud de las articulaciones y el dolor muscular, ya que también tienen propiedades antiinflamatorias.
Aunque a mucha gente no le gusta comer verduras verdes, tienen muchos efectos positivos en la construcción y regeneración del cartílago, ya que son especialmente ricas en calcio. Este mineral es sumamente importante en la reconstrucción del cartílago por el colágeno. Además, las verduras verdes contienen grandes cantidades de ácido fólico y potasio, que protegen las articulaciones de las toxinas celulares y evitan el desgaste del cartílago. Debes comer buenas cerezas, pero no sólo en verano. Esta baya roja estimula la producción de colágeno del propio organismo. Sin embargo, dependiendo de la edad de la persona, esta estimulación puede hacer que se produzcan cantidades demasiado pequeñas de colágeno. Por ello, se recomienda suministrar al organismo una ración de colágeno en polvo además de la ración diaria de cerezas. Es importante recordar que es imposible que el cuerpo sature y almacene el colágeno, sin embargo, no hay nada que se interponga en el camino de la prevención del dolor articular.
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